Kanojo to no Tadashii Asobikata (Opinión)

"La forma correcta de jugar con una chica"

Si hay algo que me gusta de los especiales asiáticos es todo lo que son capaces de contar en menos de una hora. En concreto, este SP dura 45 minutos, y si bien la historia puede parecer sencilla y absurda a partes iguales, no puedes evitar sentirte igualmente atraido por ella, quizás precisamente por su brevedad, ya que la misma historia con una duración estandar (hora y media) probablemente me hubiese parecido lenta y pretenciosa.

Así que el primer punto positivo es su duración, que obliga a que la historia se detenga lo justo en las distintas escenas que enmarcan la relación entre Yuna y Kyouji y que no sobre ninguna, ya que cada una da un aspecto de dicha relación y la importancia de su juego, no solo para relacionarse entre ellos, sino como parte de su vida.

Kurokawa Tomoka (Yuna), a la que recordaremos por su reciente trabajo como Momiji, la "lolita" de "Cat Street", está estupenda en su papel de adolescente que se niega a crecer y necesita el apoyo inconcidicional que Kyouji le proporciona en su papel de sirviente. Aparentemente, es una persona madura y responsable, ya que cumple con sus obligaciones como estudiante y todos la admiran por ello, pero ser la princesa del juego la permite no tener que responsabilizarse de su vida, ya que cuenta con que Kyouji estará allí para salvarla en caso de que las cosas vayan mal. Por eso su mundo se desmorona cuando cree que puede perder a Kyouji y por eso no deja de presionarle para que vaya con ella a Tokio.

Mizushima Hiro (Kyouji), por su parte, interpreta un papel que a primera vista nos recuerta mucho al del mayordomo Shibata Rihito en "Mei-chan no Shitsuji", pero pronto apreciamos las diferencias, ya que Kyouji es un criado reticente. Cumple con su papel, pero es consciente de que lo que empezó siendo un inocente juego infantil, está empezando a afectar a su vida, y mientras Yuna abraza dicha interferencia como red de seguridad de sus actos, él se da cuenta que una relación así no es sana y quiere pararla antes de que sea demasiado tarde, pero la costumbre de obedecer puede más que sus dudas y tiene que suceder algo drástico para que finalmente decida no seguir jugando.

La escena en la que Yuna se enfrenta a Kyouji frente a toda la clase para evitar que la deje sola, es sin duda el climax de la historia y a partir de ese momento, la historia decae. Así, aunque trata de cerrarse con un "happy ending", éste mantiene la esencia de la historia y nos deja un sabor agridulce, ya que ambos personajes no han cambiado tanto en el año que han estado separados y 10 años de condicionamiento pesan más que su intención de crecer y tener una relación de adultos.