El último escándalo de mi vida (Corea del Sur, 2008)
Hong Sun Hee es un ama de casa con un marido encarcelado, una hija de 14 años fan acérrima de Jae Bin y una familia política que no la aprecia y cree que su marido se casó mal porque no tiene estudios ni familia. Atrás quedó su belleza de la juventud y ahora lucha día tras día por sacar adelante a su familia con trabajitos temporales como extra en anuncios televisivos o grabaciones de risas enlatadas tratando de conseguir el dinero para sacar a su marido de entre rejas.
Song Jae Bin es un actor muy famoso que reparte su vida profesional entre la publicidad, el cine y la televisión. Vive con su hermano, Jang Dong Hwa, que es también el presidente de la compañía de actores que lleva su carrera, y es un hombre tímido y de buen corazón; y su sobrino, Hoon, un niño muy espabilado y maduro para su edad. A Jae Bin, como toda estrella, no le falta de nada. O casi. A pesar de su edad y una vida plagada de escándalos, no ha podido olvidar a Sun Hee, aquel primer amor de los 19 años, su compañera de clase que se hizo fugazmente famosa por protagonizar un anuncio de chocolate. Y por si fuera poco, toda su vida es una mentira: su verdadero nombre es Jang Dong Chul y no tiene 32 sino 39 años.
La historia empieza cuando Jae Bin comienza a tropezar cada dos por tres con una mujer de gafas de pasta y un pelo que espanta y le amarga la vida. Para Sun Hee tampoco es que ese creído que se encuentra hasta en la sopa le caiga mucho mejor.
La bomba llega cuando ambos se dan cuenta de quiénes son en realidad. Y para colmo de males, Sun Hee acaba de ama de llaves en la casa de Jae Bin, obligada a aguantar todas las impertinencias de éste si no quiere quedarse en la calle.
Opinión:
Había oido maravillas de esta serie, pero no acababa de decidirme a verla por 2 razones: fue la última serie de su actriz protagonista, por lo que las alabanzas podría deberse a eso, y es una historia de una "ahjumma", con todo lo que ello implica (nadie la ve como "una mujer", ni siquiera ella), y la historia de un personaje así no me resultaba atractivo. Pero había una tercera razón para el no que al final fue la que me decidió a verla: me recordaba un poco a "Oh, my Lady!", con una estrella enamorada de su criada, mayor que él y pobre, a la que pica sin cesar, pero salvo estos y otros pequeños parecidos (como el nombre de las hijas de las protagonistas), son historias muy distintas y esta es anterior a "Oh, my Lady!", de ahí que me decidiese por poner una sinopsis tan larga, para que no haya confusiones entre ambas series.
La historia entre Sun Hee y Dong Chul es de segundas oportunidades. De luchar por lo que verdaderamente vale la pena, saber reconocer tus errores y no dejarte vencer por ellos. Superarlos y seguir adelante. Y en el caso de Sun Hee, sobre todo, de no dejarte llevar por lo que la gente te dice que está bien o mal, creer que también mereces ser feliz, y si surge la oportunidad, no dejarla escapar por miedo.
Pero para llegar a eso, primero tendrán que pasar por muchas cosas, ya que ella empieza la historia casada y tratando de reunir una cantidad enorme de dinero para pagar las deudas de su marido, que ha sido encarcelado por fraude. Y quiere a su marido. Tanto que está dispuesta a lo que sea para pagar sus deudas, sacarle de la carcel y que pueda regresar a su casa. A mentir, a rogar, a fingir un problema médico para hacerse una operación innecesaria y quedarse con la diferencia de lo que la dé el seguro, a trabajar en cualquier cosa, hasta a venderse... Todo eso mientras te preguntas el porqué de tanto sacrificio si nadie parece apreciar sus esfuerzos y hasta la hacen de menos por ellos.
Sun Hee necesita ayuda para despertar y, sorprendéntemente, quien se la proporcionará será su primer amor, que ahora ser un actor muy famoso se hace llamar Jae Bin para ocultar así su verdadera edad, y que en su vida está casi tan perdido como Sun Hee, ya que al vivir en una mentira apenas sale y no puede tener amigos de verdad. Todo lo que tiene son apariencias, y quiere mantenerlas, pero la tentación le puede y se pone en contacto con su primer amor que resulta ser una ahjumma con la que ya ha tenido algunos encontronazos en sets de grabación, y tratando de convencerla para que no revele su secreto acaba consiguiendo que su hermano la contrate como su ama de llaves. Y es entonces cuando empiezas a ver las incongruencias entre lo que Jae Bin quiere aparentar (seguridad, indiferencia y egoismo) y lo que realmente siente (inseguridad, preocupación y, sí, también egoismo, pero no tanto como para no ser capaz de hacer lo correcto para ayudar a los que quiere y que así no sufran). Así, respeta a Sun Hee y su matrimonio, pero no soporta comprobar que su marido no la trata bien y, cuando descubre que la engaña con otra, tratará de protegerla aunque para ello tenga que hacer cosas que le hagan pensar peor de él a Sun Hee, que no sabe nada de lo que está pasando y defiende siempre a su marido.
Pero en la vida de Dong Chul/Jae Bin no será el reencuentro con Sun Hee el único elemento desestabilizador. También lo es el regreso de la actriz Lee Na Yoon, con la que hace 15 años tuvo un romance secreto que se acabó cuando ella le dejó, para descubrir después que también salía con su hermano, al que también abandonó para triunfar en Hollywood, dejándole al cuidado de un hijo que desconoce quién es su madre. Lee Na sí que cree en las segundas oportunidades, y a vuelto dispuesta a todo para recuperar a Jae Bin y también a su hijo, y no va a permitir que Dong Hwa ni nadie se lo impida. Como todos, empieza haciendo de menos a Sun Hee, ya que es, simplemente, la ahjumma que hace las tareas del hogar en casa de Jae Bin, pero no tarda en darse cuenta que algo no encaja, pero no es capaz de imaginarse qué es. O sí se lo imagina, pero lo descarta durante mucho tiempo por imposible. Una ahjumma, por definición, no es alguien deseable. Ni siquiera se la llama ya por el nombre.
Además, parece que la historia puede volver a repetirse, ya que el hermano de Jae Bin, que no conoció a Sun Hee cuando eran jóvenes, se siente atraido por ella y Hoon, el sobrino, por Ji Min, la hija de Sun Hee, que está emocionada por vivir con su Oppa Jae Bin, soñando con que al estar juntos él acabe enamorándose de ella, ya que no sabe nada de su pasado con su madre. Pareciera que los hombres Jang y las mujeres Hong, tuvieran unos genes que les atrajeran mutuamente.
Es muy interesante también la relación entre los dos hermanos, no solo porque parece que les atrajeran las mismas mujeres, sino precisamente a pesar de eso. Enseguida sabes que descubrir que su hermano mayor había tenido una relación con Lee Na, con la que tuvo un hijo, casi destruyó a Dong Chul, que ya estaba tocado por su ruptura pero, de alguna manera, no solo lo superaron, sino que se puso en las manos de su hermano para que dirigiera su carrera al estrellato y hasta viven los 3 juntos. Y Dong Hwa no solo le ha convertido en una estrella, sino que ha hecho carrera de ello, ya que es todo un experto en controlar los medios de comunicación y las noticias que salen de sus representados, sobre todo gracias al entrenamiento que ha recibido con su hermano, que no se preocupa de los escándalos que puedan surgir a su alrededor, seguro de que su hermano mayor estará ahí para evitar males mayores. Pero esta relación acabas dándote cuenta de que no es sana: Dong Hwa vive para asegurar la fama de su hermano, por lo que controla su vida, pero Jae Bin en realidad no puede tener una vida, así que no se preocupa de las consecuencias de muchos de sus actos, porque Dong Hwa es quien tendrá que lidiar con ellas en su lugar. Así que ambos se tendrán que enfrentar a sus decisiones pasadas y decidir si quieren seguir así o empezar a tener su propia vida.
Y la historia de amor es muy tierna. De verdad. Puede que él actue como un soberbio, sobre todo cuando está alrededor de Sun Hee, pero en seguida te das cuenta que es pura fachada y que sigue enamorado de ella, y es bastante triste ver como ella no le da ni la hora pero, claro, es que está casada y quiere a su marido. Lo contrario hubiese ido en contra del personaje de Sun Hee y la hubiese hecho quedar como una adúltera, y eso si que no podía ser. Así que, aunque la historia de amor, de segundas oportunidades, se hace desear, tiene el ritmo adecuado y sientes como la confianza entre ellos se va formando, ya que él está ahí en el peor momento de su vida y es capaz de lograr que ella, no solo salga fortalecida, sino capaz de reirse de su momento más bajo, primero siendo su amigo, pero después negándose a ser solo eso. No puedes evitar admirarle.
Es una historia que se hace a fuego lento, así que no espereis grandes demostraciones de afecto, salvo simbólico, para dar apoyo al otro y ayudarle a seguir adelante y, de hecho, como en tantas series asiáticas, lo que falla al final es precisamente el momento en el que se demuestran físicamente ese amor. Pero me gustó tanto la historia (y ya estoy curada de espanto con este tema) que no se lo tendré en cuenta a la hora de valorar esta serie con
Os dejo un vídeo de la banda sonora con algunas imágenes de los primeros episodios (no he encontrado ningún trailer), así que no hay grandes spoilers.
¿Os gustan las historias de segundas oportunidades?
5 ♥ ♥ ♥ ♥ ♥
Os dejo un vídeo de la banda sonora con algunas imágenes de los primeros episodios (no he encontrado ningún trailer), así que no hay grandes spoilers.
¿Os gustan las historias de segundas oportunidades?
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