Mi
anterior entrada sobre maquillaje, despertó un interés inesperado sobre cómo aprender a maquillarse. No mentía cuando decía que, para el trabajo, tengo el maquillaje controlado. No tengo ya ni que pensarlo y lo hago en un momento: corrector, sombras de ojos, perfilador y un poco de brillo de labios. No necesito más.
Pero también hablaba de que ahora, opositando a tiempo completo, uso el maquillaje como una manera de asegurarme de que me tomo mi tiempo de descanso y me arreglo.
Y es que el maquillaje, como la ropa, tiene sus trucos. Hay quien no tienen que pensárselo mucho, porque tiene más facilidad que otros para arreglarse y sacar partido a lo que tienen. Hay quien se puede gastar más que otros en ello. Pero desde luego, hoy en día, no creo que sea algo que debamos descartar ni dejar de tener en cuenta.
Consejos básicos para maquillarse:
1º No tengas miedo a equivocarte.
Es lo normal. Meter la pata y usar colores que no te van nada, excederte con la cantidad, o no extenderlo bien y parecer que llevas una máscara. Si nunca has cometido ninguno de estos errores, enhorabuena, eres una privilegiada y probablemente se te dé bien el dibujo. A todas las demás: tranquilas. A veces es más fácil saber qué está mal antes que qué está bien. Una vez os deis cuenta del error, os será más fácil no volver a cometerlo.
2º Experimenta.
Aunque muchos productos se vendan con un aplicador, la mayoría puede usarse de varias formas, y el resultado cambia según el que utilicéis y cómo lo utilices. Hay gente que adora los aplicadores de esponjita que vienen con muchas sombras de ojos. Otras utilizan directamente los dedos. Yo, personalmente, no os recomiendo ninguna de las 2. Prefiero usar pinceles, que según la forma que tengan me ayudan a darle diferentes efectos al maquillaje. Y lo mismo sucede con las barras de labios, fondos de maquillaje o iluminadores.
3º Higiene ante todo.
Empieza siempre con una cara perfectamente limpia e hidratada. No hace falta que te gastes un dineral en una supercrema, sobre todo si eres joven, pero el maquillaje se aplica mucho mejor y tu piel lo agradecerá también. Lo mismo se extiende a los aplicadores que uses: si nunca te llevarías tus dedos sucios a los ojos o a la boca, ¿por qué iba a ser diferente con tus pinceles, borlas o brochas? Un poco de agua y jabón y un buen aclarado es suficiente para el día a día y así tener siempre limpios los elementos que necesites para aplicarte el maquillaje.
4º Conócete a ti misma.
No hay chicas feas, solo mal aprovechadas. Si, hay afortunadas que responden al canon de
"belleza natural" que se lleva ahora, pero la mayoría no somos perfectas, y eso no significa que no podamos lucir estupendas. Mírate al espejo y se sincera contigo misma. Todas somos expertas en buscarnos defectos, pero busca también tus puntos fuertes. Los tienes. Y puede que alguno de tus
"defectos", con un poco que te fijes, pueda mejorarse y hasta convertirse en uno de tus puntos fuertes si sabes cómo.
5º No te maquilles justo antes de salir, y menos el día que quieras ir especial.
Si es un desastre, que al menos te de tiempo a quitártelo. Cono nadie nace sabiendo, lo normal es que caigamos unas cuantas veces en el primer punto, así que no es buena idea maquillarte con prisas si no tienes muy claro lo que vas a hacer. Si encima quieres maquillarte tu misma para un día especial, es mejor que experimentes antes en casa otro día que no tengas nada que hacer. Si tu piel es sensible, es preferible que no hagas múltiples pruebas el mismo día por muy bien que te desmaquilles cada vez.
6º No uses todos los productos a la vez sin haber experimentando antes uno a uno con ellos.
Comprueba su textura, como se extiende, su color, y todo lo que se te ocurra. Después, ya podrás usarlo con tu maquillaje habitual o especial. Intenta reducir las sorpresas al mínimo.
7º Menos es más.
Sobre todo cuando empiezas y todavía no controlas los productos y su efecto, pero no tienes mucho tiempo para experimentos. En estos casos, es mejor empezar con algo sutil o al menos no demasiado colorido. Lineas finas al perfilar ojos y labios, y difuminar muy bien el maquillaje en general. La regla de oro del maquillaje de diario: si destacas los ojos, pon solo un poco de brillo en los labios (o un color muy natural), y si optas por destacar los labios, los ojos serán los que apenas lleven maquillaje (el corrector antiojeras ni se discute). Conseguir un maquillaje "belleza natural" (es decir, que destaque tus puntos fuertes pero que no se note que vas maquillada) es lo más difícil que hay, porque tenéis que encontrar vuestros colores y productos más adecuados a vuestro tipo de piel. Si aspiras a ella, y hasta que lo consigas, la regla de oro será tu mejor aliada.
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¿Seguro que este color me queda bien? |
8º Lo que a otra persona le queda maravilloso, no tiene porque irte a ti igual de bien.
Salvo que sea tu hermana gemela y tengáis el mismo estilo, el maquillaje es como la ropa, y por muy bien que le siente a tu mejor amiga algo, no tiene porque quedarte igual de bien a ti, ni los colores ni la forma de aplicarlo. Así que no vayas a ciegas y compres el color
"Rosa chicle" de la marca X
porque a tu vecina le queda de lujo, o porque los maquilladores dicen que es lo último esta temporada, sin asegurarte de que te ves bien con él, no sea que descubras demasiado tarde que el
"Rosa chicle" no es tu color.
9º Usa los productos adecuados a tu tipo de piel.
Con los colores para ojos y labios hay más posibilidades, pero cuando se trata de buscar una base y un corrector, deberán ser lo más parecido posible a tu tono de piel, el de verdad, no el que te gustaría tener, así que lo más probable es que necesites 2: uno para el invierto y otro para el verano. Lo bueno es que entre medias podrás combinarlos para ajustarlos a tu piel de cada momento, salvo que realmente tu tono cambie mucho de invierno a verano. Es decir, que si entre uno y otro hay más de 2 números, olvídalo. Además, el que tu piel sea grasa o seca también influirá para que te decantes por polvos compactos, maquillaje fluido u otra textura.
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Un bronceado muy falso |
10º Consulta a tu vendedora.
Si encuentras a una vendedora de confianza y que sepa lo que vende (vamos, que no sepa solo el precio), no hay nadie mejor para que te explique cómo usar los productos y hasta qué colores te van mejor. Si no está bien maquillada o te aconseja una base 2 tonos más oscura que tu color de piel
"para darte un poco de color", mejor vete a otro sitio o no la hagas ni caso. Solo un maquillador profesional muy bueno es capaz de
"dar color" a alguien muy pálido y que no parezca artificial, y ninguno lo hará por iniciativa propia. Si tienes la oportunidad de que te maquille uno, ponte en sus manos y ¡aprende a sacarte partido! Van a venderte sus productos, eso no lo dudes, pero lo harán dejándote preciosa y enseñándote ha repetirlo en casa, o saben que te irás dando las gracias y diciendo que nunca podrías hacerlo tú sola.
11º Prueba los productos antes de comprarlos.
Aunque no tengas la ayuda de una buena vendedora/maquilladora, la mayoría de los productos se venden en stands con muestras de prueba. ¡No te cortes y úsalos! Si hay tantos tonos de cualquier producto, es por algo. A veces buscar un simple "rojo" de labios, puede ser una odisea, porque no todos son iguales ni se ven igual en cada persona, y lo que es peor, quizás esa marca no tenga el que a ti te quedaría bien. La mano sirve para descartar en un primer momento algunos productos pero, por ejemplo, un lápiz de labios no sabrás como te queda hasta que lo pruebes de verdad. No hay otra forma. Además, antes de comprar cualquier producto es mejor que esperéis unas horas para ver como aguanta y responde en vuestra piel, a no ser que ya hayáis usado antes uno similar de esa misma gama.
12º Busca información sobre el tema.
Internet es un gran aliado. Hay montones de webs, vídeos y blogs sobre el tema. Cuando empecé a maquillarme, a mi me fueron muy útiles los dibujos esquemáticos. Parece una tontería, pero algunas cajas de sombras (sobre todo) vienen con uno o varios esquemas sobre cómo aplicar los colores, y en muchos sitios los usan para explicar como extender los colores en función de la forma de los ojos que tengas. Muy claros, sencillos ¡y funcionan!
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Demasiados polvos sueltos y un flash... |
13º Hazte una foto.
A estas alturas todos tenemos a mano una cámara digital o el móvil, que nos permitirá comprobar cómo queda el maquillaje fuera de nuestro cuarto de baño. Absolutamente recomendado si no es solo un maquillaje de diario, sino para una ocasión especial y sabes seguro que te van a fotografiar. No te lleves sorpresas, comprueba cómo se ve a través de una cámara sino quieres llevarte un buen susto después, cuando el flash haya hecho de las suyas.
14º Desmaquíllate, siempre.
No valen medias tintas. Sino quieres despertarte con el aspecto de un osito panda o un payaso borracho, desmaquíllate cuando llegues a casa o vayas a acostarte. Si a eso le añades una crema hidratante una vez que esté limpia la piel, y una exfoliación suave una vez a la semana, dentro de pocos años me lo agradecerás.
15º No tengas miedo a equivocarse.
Insisto, lo sé, pero de los errores también se aprende y no vais a hacer nada que un buen desmaquillaje no pueda borrar.
¿Te han parecido útiles estos consejos? ¿Tienes algún consejo básico más?