miércoles, 17 de febrero de 2010

La mano izquierda de Dios


Lo malo que tiene opositar es que, si lo haces en serio, tu vida empieza a girar entorno a la oposición y todo lo que no tenga que ver comienza a verse relegado a un segundo, tercer o hasta cuarto plano (si es que te queda tiempo).
Esto supone que tus aficiones se empiezan a ver reducidas al mínimo y, casi sin darte cuenta, un día te das cuenta que hace meses que no vas al cine y ni sabes qué está en cartelera, o que no recuerdas cuando fue la última vez que leíste un libro sólo por el placer de leerlo.
Como una forma de sentir que sigo en contacto con la realidad, empecé a visitar blogs temáticos, para seguir al tanto de las cosas que pasan y, quizás animarme un día a ver una película que tiene muy buenas críticas o leer un libro por el solo placer de leerlo.

Es en uno de estos blogs (Urban Fantasy Blog) donde encontré la referencia a este libro y la posibilidad de ganarlo en un sorteo. Pero como me parecía injusto participar si (milagrosamente) me tocase y no fuese un libro que me atrajese (perdiendo otro que sí pudiese disfrutarlo la oportunidad de que se lo regalasen), decidí buscar información y no solo me ha convencido a mi, sino también a multitud de editoriales en todo el mundo (el escritor ha recibido 1.200.000 libras por él). Así que, a ver si tengo suerte y leo de nuevo algo de literatura fantástica. Para variar.

Por si alguien se lo pregunta y todavía no ha oído hablar de "La mano izquierda de Dios" de Paul Hoffman, ésta es la sinopsis del libro:

El Santuario de los Redentores es un lugar enorme y desolado, un lugar sin alegría ni esperanza. La mayoría de los muchachos que lo habitan entraron en él siendo sólo unos niños y han crecido sometidos al régimen brutal de los redentores que utilizan su violencia y su crueldad para obligarlos a servir a la única fe verdadera.

En uno de los pasillos que se abren en medio de los desolados vericuetos del santuario, hay un niño. Debe de tener unos catorce o quince años. Hace mucho tiempo que olvidó cuál era su verdadero nombre. Ahora todo el mundo le llama Thomas Cale. Es un muchacho extraño y misterioso, encantador pero malicioso y tremendamente violento. Está tan acostumbrado a la crueldad que parece inmune a ella.

Sin embargo, muy pronto abrirá la puerta equivocada en el momento equivocado y, tras ella, descubrirá la belleza más sublime y la verdad más despiadada. Su única opción es huir, pero ¿podrá Cale burlar la vigilancia de los redentores y abandonar el Santuario? ¿Logrará escalar sus muros impenetrables, atravesar las inhóspitas tierras del Malpaís y llegar a la mítica ciudad de Menfis, gobernada por los Materazzi? Más aún, de lograrlo, ¿podrá escapar a los tentáculos de los redentores?

Porque los redentores no quieren dejar escapar a Cale a ningún precio… No por el secreto que ha descubierto, sino por uno mucho más aterrador que posee sin saberlo
¡Deseadme suerte!
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