miércoles, 16 de enero de 2013

CRAZY (2005)

C.R.A.Z.Y. (Canada, 2005)

Cuando Zach entra en la adolescencia y descubre que es diferente a los demás, reprimirá sus tendencias más profundas para no perder el amor de su padre. Entre 1960 y 1980, vive rodeado de sus hermanos, de Pink Floyd y los Rolling Stones, los porros fumados a escondidas, las grandes y pequeñas discusiones. Pero, sobre todo, lo que Zac busca es poder mantener la relación con su padre.

Opinión:
Casualidades de la vida, acababa de ver "Café de Flore" cuando en un zapping me tropecé con la película que hizo famoso a su director, "C.R.A.Z.Y.", y no pude evitar quedarme a verla y descubrir un poco más de Jean-Marc Vallée y ese mundo interior que vuelca en sus películas.

Y es que, quizás provocado precisamente por el cercano visionado de su otra película, no pude evitar observar ciertos paralelismos entre ambas, donde la familia lo es todo, los protagonistas aman la música desde la infancia y lo combierten en su modo de vida (ambos son DJs), el padre tiene una gran influencia en su vida y se hace dueño de las celebraciones familiares cuando sigue con una tradición establecida por el mismo, y las novias son de toda la vida y (tras el disgusto inicial de la inevitable ruptura) al final son ellas las que mejor le entienden. Eso y cierto aire onírico provocado por las drogas que recorre ambas cintas en determinados momentos y que sirve para mostrar ciertos aspectos de los personajes que sino quedarían ocultos.

Pero quitando estos aspectos visuales y de narración, C.R.A.Z.Y. no deja de ser una historia original sobre la aceptación y el amor de la familia, ya que Zach, desde pequeño, demostrará ser diferente, para preocupación de su padre, que teme que sea homosexual, pero alegría de su madre, que está convencida de que su hijo tiene un don para curar a la gente. Y en ese tira y afloja, el pequeño se sentirá al principio confundido y posteriormente furioso, renegando de la religión intelectualmente (aunque llevando una cruz y asistiendo a la Misa del Gallo por su madre) y tratando de comportarse como su padre quiere para lograr su reconocimiento y amor.

No dejan de ser descorazonadores (y suicidas) los "tratos" que hace con Dios a lo largo de la película para que "le cure", el padre cantando «Emmène-moi au bout de la terre» (Llévame al fin del mundo), de Aznavour y al que Zach admira y detesta al tiempo, y que se refleja, sobre todo, con el disco de coleccionista de Patsy Cline que le rompe casi al principio y que tratará de sustituir a lo largo de la película, al tiempo que sueña con hacerle daño rompiédoselo de nuevo, pero sobre todo con su hermano Raymond, un drogadicto al que no entenderá porqué quiere su padre y le perdona todo, encontrando como única explicación su evidente éxito con las mujeres, lo que supondrá que ambos se enfrenten a la menor oportunidad y, al tiempo, traten de mantener un dificil equilibrio como hermanos que no les separe para siempre.

El final, quizás tratando de ser lo más cerrado posible, añade una última miniescena con aclaración de voz en off (voz que, por otra parte, recorre toda la película) que, sinceramente, creo que sobraba, ya que la anterior escena era suficientemente aclaratoria y al mismo tiempo dejaba la sexualidad de Zach tan ambigua como se había mantenido anteriormente durante toda la película, donde parecían atraerle tanto hombres como mujeres. Pero quizás el director, temiendo que alguien lo interpretara demasiado "happy ending" creyó necesaria añadir esa suerte de epílogo para evitar confusiones... No lo sé, pero creo que hubiese quedado más redonda la historia si el director hubiese evitado del todo las etiquetas que oprimían al protagonista, y hubiese dejado que el espectador rellenara (o no) las posibles lagunas.

En resumen, una historia interesante y llena de matices con una banda sonora fabulosa.

4 ★ ★ ★ ★

Trailer de la película en español.


¿Conocíais esta película? ¿Habeis visto alguna otra película de este director?

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